Todo comenzó hace dos años. A través de una amiga, me acerqué a conocer el colectivo de personas con diversidad funcional en una asociación de personas con discapacidad. Comencé participando en actividades, talleres… ya organizadas.
Al principio, no sabía de la existencia de tantas asociaciones y tantas personas que colaborasen con ellas, pero una vez dentro de ella, es todo un enriquecimiento personal. No vale eso que decimos de que vas a ayudar a las personas, sino que ellos y ellas también te ayudan a ti y mucho. Aprendes muchas lecciones, es algo mutuo.
He participado como voluntaria y como monitora con este colectivo en las vacaciones de semana santa y verano. Es todo un lujo, me encanta y ahora que estoy dentro, no pienso dejarlo.
Os animo a probar a todas las personas. Es una experiencia súper bonita y enriquecedora.
Elizabeth Santana